LITERARTOBER 2022: Volar
Era una persona bastante asustadiza y con ciertos niveles de
ansiedad, pero una de las cosas que más le aterraba era volar. Igualmente acabó
cediendo a la presión de su marido a quien una luna de miel no le parecía lo
suficientemente memorable si no te ibas tan lejos que necesitases un avión y,
como era una situación única y especial, acabó cediendo.
Tenía todo preparado, no obstante, se tomó tranquilizantes
para ir lo más calmado posible y pasar las horas de vuelo sin casi enterarse. Lo
que no pudo prever fue la huelga de personal y, por tanto, el pertinente
retraso en su vuelo.
Como habían comprado billetes nocturnos, para garantizar que
los calmantes y el cansancio le harían dormir, no había tiendas abiertas para
hacerse con nada parecido a lo que se había tomado y, cuando por fin lograron
abordar su avión, los calmantes hacía tiempo que no circulaban por su
organismo.
Su marido trató de reconfortarlo y distraerle, pero tenía
los nervios en el estómago y necesitó correr al cuarto de baño. Cerró la puerta
a su paso tras la carrera por el pasillo y echó todo su desayuno. Se quedó unos
minutos ahí, tratando de recomponerse y, tras recuperar algo de aire, se dio
cuenta de que el habitáculo era muy pequeño y eso formaba parte de otro de sus
terrores, pero no habría mayor problema si abría la puerta y regresaba a su
asiento.
“Estimados pasajeros, por favor sitúense en sus asientos, apaguen
sus dispositivos y abróchense los cinturones, en breves momentos procederemos
al despegue” comunicó una voz por megafonía mientras él palidecía ante la
noticia. Trató de abrir el pestillo, pero este parecía haberse quedado
atascado, ya que la parte metálica no cedía en absoluto. Lo sacudió y cacharreó
con él pero no surtió efecto.
Un movimiento brusco le tiró hacia un costado y se golpeó
contra el lavabo. Su respiración comenzó a acelerarse al comprobar que estaba
atrapado en un habitáculo demasiado pequeño para poder respirar, cuyas paredes
parecían cerrarse sobre él, mientras viajaba en un puñetero avión que imploraba
porque no se estrellase.
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