LITERARTOBER 2022: Niños

 



Dolor y miedo, es lo único que siento, cada centímetro de mi ser está aterrado, luchando por terminar cuanto antes, deseando escapar de toda esta pesadilla; mi cuerpo grita por fuera y por dentro. Y todo es por tu culpa, por tu maldita culpa.
La familia se supone que tiene que estar ahí para ti, para hacerte sentir segura, para aliviar tus males, para ayudarte a crecer. Tú me obligaste a crecer de alguna forma, pero no por una buena vía, no me proporcionaste nada bueno en realidad.
El mundo usualmente tiene cierta hostilidad, pero uno debería poder sentirse seguro en su propia casa con los suyos y hasta eso me arrebataste. En toda mi vida me había sentido tan expuesta, tan frágil y vulnerable. Pasé a temer quedarme dormida, hasta puse obstáculos en mi cuarto para, si se te ocurría volver a entrar, que al menos hicieses ruido. Me despertaba asustada por las noches, si es que el agotamiento me vencía en algún momento, agitada y sudando a cada pequeño sonido que percibía.
-Doctor, algo no va bien, está perdiendo mucha sangre- dice una enfermera.
Mi madre se asusta, yo también me asusté cuando me cruzó la cara al enterarse, a mí en vez de a él. Me culparon de destrozar la familia, a mí, no a él, de ponerle en una situación comprometida, de provocarlo todo, de provocarlo a él y me obligaron a seguir con aquella situación demencial a pesar de que yo era una niña que iba a tener dos niños, unos que no quería, que no había pedido, que estaba lejos de saber cómo cuidar.
-Necesito una respuesta, no puedo salvar a los tres ¿quién es la prioridad?- pregunta el doctor.
Mi madre se queda helada.
-¡Señora, responda!- le impera con nerviosismo.
-Los niños.
No me sorprende, al final la vergüenza de la familia soy yo, al final me culparon a mí. Noto cómo cortan mi vientre, sin importarles ya, cómo meten sus manos dentro de mí para agarrar a los pequeños y poco a poco me siento leve, siento que me desvanezco y en unos breves instantes de pronto me veo fuera de mi cuerpo, viendo todo como si fuese una película ajena a mí.
A mis lados aparecen dos niños flotando, dos pequeños bebés que no llegan ni a abrir los ojos. Veo cuando le cuentan la noticia a ella y cómo llora, la siento ajena, no comprendo sus motivos, porque de alguna forma creo que no es por mí. Nos vamos, no hay nada que podamos hacer ya, nos perdemos en silencio en la noche con la certeza de que mi padre no obtendrá su castigo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Literartober 2023: Necronomicón

Literartober 2023: Cuervo

Acuerdos oscuros - Capítulo 6 (final) - Nueva era