LITERARTOBER 2022: Naturaleza
Este es un mensaje para la humanidad, necesito registrar de
alguna manera el origen de todo y cómo se desarrollaron los acontecimientos.
Hace pocos años lanzamos al mercado un producto revolucionario, trabajamos muy
duro en su momento y dimos con algo que no se había visto ni comercializado
jamás. Lo llamamos “Felicidad”, gracias a cierto componente, tratado y combinado
de una forma muy precisa, obtuvimos un compuesto que ayudaba a producir endorfinas,
dopamina, serotonina y oxitocina en el cuerpo humano mediante inhalación o absorción
cutánea. Hubo ciertas reservas, pero el pensamiento general de la empresa, y en
mayor medida del departamento de marketing, fue dar luz verde a su uso en un
nuevo perfume.
No hay ni que decir que rompimos los gráficos de ventas, en
cuanto se corrió la voz de cómo se sentía llevarlo, todo el mundo lo quería.
Entonces llegaron los emails y comunicados de advertencia de algunos expertos
que desconfiaban de un uso excesivo y prolongado.
Se desestimaron, el producto era un completo éxito y las
ventas no paraban de subir. No tardamos en tratar nuevas combinaciones y fue
entonces cuando el castillo de naipes empezó a desmoronarse. Hubo cosas que no
vimos o, que más bien, no escuchamos. La naturaleza del ser humano trata de
hacerlo sobrevivir, sin embargo y a pesar de lo que puedan opinar e indicar los
expertos, no aceptamos sentirnos ni remotamente mal, no nos gusta, incluso si
tiene su razón de ser, así que era cuestión de tiempo que el perfume comenzara
a usarse como droga y sedante ante las dificultades de la vida.
Ese no fue el verdadero problema en realidad, pero sí que empeoró
todo y es que con el paso del tiempo se comprobó que el compuesto modificaba el
ADN humano cuando se exponía de forma prolongada a su uso y, como indiqué, afectaba
tan solo al estar expuesto a alguien que lo llevase, convirtiéndose en la nueva
contaminación.
Tratamos de detener su producción, algo que nunca llegamos a
conseguir, la empresa se había hecho de oro y no quería renunciar a más y más
ventas ni mucho menos afrontar responsabilidades. Desde dentro intentamos boicotear
la producción alterando el compuesto, pero nos pillaron y despidieron.
Solo quiero que conste que lo intentamos, que fuimos pilares
importantes en esta locura de presente que estamos viviendo, pero tratamos de
que parase la producción.
Con el tiempo, el ADN fue cambiando tanto y tan rápido,
pasando de padres a hijos que las personas dejaron de ser humanas y se
transformaron en otra cosa con instintos más primarios y fuerza descomunal.
Pasaron a no tener tolerancia a la frustración y a reaccionar de formas
violentas si su cerebro no estaba expuesto a una constante producción de esas
hormonas, entonces el caos se desató y el mundo tal cual era dejó de existir.
Los asesinatos son el pan de cada día y las comunidades humanas han colapsado y
no parece haber cura.
Solo puedo decir que lo siento, aunque no sea suficiente.
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