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Mostrando entradas de abril, 2019

Cuando llega el cambio - Capítulo 28

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Se me heló la sangre nada más escuchar las palabras que había pronunciado aquel hombre uniformado de blanco y azul marino. No fui la única que se alarmó puesto que la respuesta no se hizo esperar. -Pero ¿por qué se la llevan?- imploró saber mi asustado padre. -¡Eso no es de su incumbencia, señor!- gritó el otro hombre envuelto en uniforme, quien abría la boca por primera vez.- Más les vale que cooperen y no opongan resistencia, son órdenes del mismísimo gran líder. Si ya la noticia de que debía ir al castillo era nefasta, aquello sólo hacía que temiese por mi vida. -Disculpe, oficial- dije tras observar los distintivos de su rango y a modo de interceder por mi padre.- él sólo está preocupado, no está oponiendo resistencia alguna. Preguntaba con la intención de saber de qué se me acusa- intenté parecer tranquila para no alterar más el ambiente, no obstante estoy segura de que me tembló un poco la voz por el terror que infundían. -Esa información no le compete a su padre,

Cuando llega el cambio - Capítulo 27

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Una vez más estaba llamando a aquella puerta gris con la esperanza alojada en el corazón y el miedo columpiándose en mi estómago. Me abrió exactamente la misma asustadiza chica de mi anterior y única visita y, nuevamente me comunicó que la señora de la casa no deseaba ver a nadie. Por un momento me paré a pensar que desconocía totalmente el nombre de mi abuela, de hecho apenas conocía su apellido y es que, cuando mi madre se casó, cumplió la tradición de adquirir el de su marido. El mío me parecía precioso y a fin de cuentas representaba un acto de rebeldía que yo admiraba, la lucha por ser y decidir por uno mismo y no escoger el camino que otros deciden por ti, no obstante me desagradaba la idea de perder el apellido por pasar a tener el de la otra persona. Puede que fuese un símbolo de unión pero ¿por qué pasaba únicamente con el de la mujer? Sentía como si fuese renunciar a parte de la identidad e historia de uno por pasar a quedarse con la del otro. La progenitora de mi m

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Cuando llega el cambio - Capítulo 26

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Allan y Fran me acompañaron hasta la puerta de casa, por supuesto volví a recuperar mi vestido y devolver las prendas a su propietario para no armar más escándalo ni levantar sospechas. Para cuando llegué a las puertas de casa, el sol quería empezar a iluminar el cielo, de forma discreta, aún casi imperceptible pero ahí estaba… Confié en poder usar mi llave sin causar un alboroto y pasar desapercibida entre las sombras que aún moraban la madrugada, mas apenas crucé la puerta, descubrí a mi padre al otro lado ¿Era posible que ni se hubiese acostado? Su expresión cansada parecía decir que sí. Mi intención de emitir un saludo con el hilo de voz que pudiese llegar a entonar se vio frustrada por un súbito golpe en mi mejilla, la más cercana a él, que me hizo volver la cara a un lado. ¿Mi querido padre pegándome? No salía de mi asombro. Volví mi cara hacia él con expresión de sorpresa, decepción e incredulidad y mis ojos anegados en su propio mar para que viese el resultado de l

Cuando llega el cambio - Capítulo 25

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Cuando cayó la noche dispusimos todo para no correr riesgos y que el plan saliese lo mejor y más limpio posible. Tras mi incursión pasada por el cementerio sabía de sobra que un vestido no era un atuendo adecuado para un trabajo de campo, por lo que pedí prestados a Edmund un par de pantalones y una camisa, no obstante nuestras medidas y proporciones eran un tanto distintas así que tuve que tomar prestada ropa de su amigo Fran, quien por supuesto venía junto con Allan a la expedición nocturna. Cabía destacar que era una noche completamente nublada, por lo que era el momento más que propicio para deslizarse en la oscuridad sin ser vistos. Los planes eran sencillos y claros. Nos colaríamos en su jardín bien entrada la noche para dar tiempo a que no hubiese ni un alma despierta. Como el acceso al cuarto estaba en el piso de arriba al final del pasillo, podríamos acceder desde la ventana del jardín trasero, la pega que tendríamos allí sería llegar hasta el piso lo más ágil y sig