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Mostrando entradas de julio, 2017

Cuando llega el cambio - 09

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El corazón estaba a punto de salirse de mi pecho en cualquier momento, de eso estaba segura, pero por más que intentaba calmarme no era posible, no sólo por lo insólito de la invitación, sino por quién me había invitado. Mi mente había divagado entre tantas posibilidades que ya no sabía qué pensar, tan sólo restaba esperar a ver qué ocurría. Habíamos quedado en la puerta de la biblioteca de la última vez, y ahí estaba parada, esperando y reteniendo a mi alocado corazón en su sitio. Me ponía a pensar y no sabía qué parecería aquello a ojos de cualquiera. Una dama casadera quedando por la noche con alguien que ni era de su clase, era de seguro todo un escándalo público. El crujido de la gran puerta de madera me sacó de mis ensoñaciones, no obstante también me asustó ligeramente. Detrás de ella apareció un sonriente y nervioso Edmund, quien me invitó a entrar. Una vez dentro, estaba completamente segura de que mi corazón se había despedido y marchado a cualquier lugar porque por

Cuando llega el cambio - 08

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El corazón me latía desbocado y las piernas me temblaban mientras caminaba por la calle, cosa que ni sabía cómo era capaz de llevarla a cabo teniendo en cuenta lo anterior. Me alegré profundamente de haber sido capaz de expresar mi opinión aunque no fuese aceptada ni esperada por mi interlocutor. Era indudable que yo me sentía inmensamente orgullosa de mi hazaña, aunque no podía evitar sentirme inquieta al revisar sus últimas palabras en mi mente ¿Acaso planeaba algún agravio social contra nuestra familia por despecho? La incertidumbre y la posibilidad, bueno más bien las posibilidades que desfilaron por mi mente, me atenazaban el corazón ¿Debía tener miedo y sentirme mal por expresar mi opinión? ¿Por hacerme oír? No me parecía justo y para nada estaba dispuesta a dejarme arrastrar por aquella tormenta de miedos y emociones. Yo no había hecho nada más que expresar mi opinión, él me hizo una propuesta, no era una orden, así que yo estaba en todo mi derecho de rechazarla si no era lo

Cuando llega el cambio - 07

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Aquella mañana me desperté con la ilusión de un nuevo día. Lo que el día anterior había sido horrible, después se convirtió en un alivio, pero me quedaba encarar las cosas. Me aseé y vestí con cierta premura, creo que estaba tan contenta de no padecer la presión social también en casa que quería acabar con todo cuanto antes para poder seguir con mi vida, mi vida real. Estaba ya arreglada y dispuesta a bajar las escaleras cuando oí una estruendosa tos en el baño del pasillo. Cautelosa me acerqué a la puerta a preguntar. -Madre ¿Estás bien? Con una tos un tanto más floja, no tardó en responderme. -Sí, querida, es sólo que parece que quiero agarrar un resfriado. No le dí entonces más importancia, ya que era algo medianamente fácil de curar, y bajé las escaleras hacia la cocina. Comí algunas frutas y un poco de pan mientras repasaba en mi cabeza el diálogo que me había inventado para salir del paso. Puede que creáis que fue algo sencillo mas no fue así. Era la primera vez q

Cuando llega el cambio - 06

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Edmund me acompañó hasta cerca de mi casa aquella noche, dijo que así respiraría tranquilo. Yo no pude agradecérselo más. Cuando llegué, en casa estaban alborotados, mi padre acababa de volver junto con un sirviente de ir en mi busca, desesperado. Se temían lo peor seguramente, no podían ni imaginar que la compañía que había tenido esa hermosa noche era inmejorable, al menos aquella parte de la noche. Cuando me vieron entrar, se detuvo todo, mi madre se puso a llorar por los nervios y mi padre se acercó a mí y símplemente se quedó ahí parado, como si se estuviese debatiendo entre propinarme un sopapo o abrazarme, todo mientras respiraba de forma agitada. Al final optó por lo segundo, estrechándome tan fuerte que hizo que me costase respirar. -¿Te has dado cuenta de lo preocupados que hemos estado?- me cuestionó, enfadado pero aliviado de que estuviese bien. -Lo lamento, padre, madre… -¿Qué ha pasado hija?- preguntó mi madre entre sollozos mientras se acercaba a nosotros.

Cuando llega el cambio - 05

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La desesperanza no había desaparecido, no obstante sí que dejó de apretar mi garganta cuando ya llevaba un rato con Edmund. Le había pedido que fuésemos a un sitio tranquilo y me llevó al más maravilloso de todos, uno que sin duda amaría por siempre. Era la primera vez que pisaba aquella biblioteca por la noche y estar allí me resultó un espectáculo precioso. Sus altísimos ventanales dejaban entrar toda la luz de la Luna, la cual iluminaba delicadamente la estancia, como seleccionando las estanterías con libros que eran de su agrado. En mi interior imaginé a la Luna leyendo sus tomos favoritos desde el otro lado de la ventana. Nos fuimos a la parte final de la amplia estancia donde había una chimenea, algunos sillones y una gran alfombra en el pulcrísimo suelo, era el rincón destinado a los lectores más relajados. No hizo falta encender ni las luces ni la chimenea ya que ni hacía frío ni hacía falta más visión. Ya veía todo cuanto deseaba ver. Me senté en la alfombra a sabien

Cuando llega el cambio - 04

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Prácticamente no fui consciente de que ya había pasado una semana de encuentros, charlas amistosas y risas. Aquellos momentos me llenaban de paz y alegría, era como un pequeño paraíso en mitad de una vida de máscaras. Con él podía ser yo misma, no era rara, mi comportamiento no era cuestionable, mi visión del mundo no estaba equivocada, no me miraba por encima del hombro pretendiendo corregir todos los errores que veía en mí, tan sólo éramos él y yo charlando de cosas que nos apasionaban, de sueños, de ideas locas y fantasías. En poco tiempo le había cogido mucho cariño, hasta el punto de plantearme vernos en otro contexto, mas existía el problema de su trabajo, él no podía desocuparse ningún día si quería seguir comiendo y para nada me iba a permitir proporcionarle alguna ayuda económica. Así que aquello era todo cuanto teníamos, encuentros breves cada día. Breves,sí, pero mágicos. Él estaba riéndose en aquel momento mientras me contaba un sueño increíble que había tenido. -Te

Cuando llega el cambio - 03

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Bajé corriendo las escaleras con mi vestido favorito, estaba radiante y muy emocionada por volver a hablar con Edmund, tanto que casi no consigo detenerme al oír a mi madre a mi espalda cuando estaba a punto de cruzar la puerta. Si hubiera sabido lo que me esperaba aquel día… no me hubiese detenido. -¿Dónde vas jovencita? -A dar un paseo- dije exuberante de alegría. -¿Te has olvidado de nuestro compromiso? Ahí me detuve meditabunda… ¿De qué compromiso se suponía que estaba hablando? Ella se percató de mi olvido por supuesto ya que resopló un tanto exasperada. -Habíamos quedado con la familia Gretz, que nos invitaron a una merienda en su casa. Charles cumple años ¿no lo recuerdas? Una chispita se encendió en mi mente haciéndome recordar. -¿Es necesario?- pregunté con fastidio, no tenía ni por asomo ninguna gana de ir, menos si además conllevaba que no iba a poder ver a Edmund aquel día. -Sí, ya les dijimos que sí, quedaríamos mal si nos retractásemos. Resoplé molest

Cuando lega el cambio - 02

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Al día siguiente no pude reprimir el caer en la tentación de recorrer las calles en busca de aquel muchacho que tan poderosamente había llamado mi atención. Y es que carecía de ese ego tan desmesurado y propio de la gente de clase alta, quienes se sentían los dueños del mundo, con los que forzosamente tenía que tratar para no ser excluida de los círculos sociales tan necesarios para prosperar. Además, no había podido evitar reparar en su amplio vocabulario, tan propio de alguien leído, cosa que era bastante extraña teniendo en cuenta que la lectura estaba lejos de su alcance, casi prohibida. Esa peculiaridad resultaba bastante hermosa a mi parecer, como encontrar un unicornio en mitad del bosque. Me sentía afortunada de haber conocido a alguien así y tenía la profunda curiosidad de dónde había aprendido a leer, qué libros había leído y mil cuestiones más. Por fin le encontré en una calle no muy lejos de la del día pasado, estoy segura de que se me iluminó la cara al verle porque me