LITERARTOBER 2022: Negro
La fiesta de Halloween en casa de los Miller estaba siendo
un éxito total, prácticamente todos los adolescentes del barrio residencial
estaban ahí y habían logrado hacerse con alcohol de sobra tras echar a los adultos.
La música estaba alta, las luces y la decoración puestas y los presentes
borrachos y disfrazados con temática terrorífica.
-Vaya pedazo de fiestón- gritaba Marcus al oído de su amigo.
-¡Ya te digo! Y hay bien de pibitas, hoy mojamos fijo.
-Estás tú para mojar, te estás tambaleando ya.
-Eso es porque la casa está en cuesta. Oye ¿y esa tía de
ahí? Creo que se ha colado porque no me suena- indicó a una mujer de pelo negro
vestida de lo que antaño fue un vestido blanco que estaba cerca de la piscina,
de espaldas a la fiesta.
-No sé, tío, parece que está como ida.
-Igual está borracha, vamos a ver quién es.
Ambos se dirigieron a la susodicha, quien no pareció darse
cuenta de su llegada.
-Oye ¿te has colado?- preguntó a bocajarro.
-Tío ¿qué forma es esa de saludar?- le espetó Marcus.
La chica seguía sin inmutarse, lo que le pareció extraño al
muchacho. Al observarla de cerca, apreciaba un viejo y ajado vestido de novia y
una piel con un buen maquillaje azulado. Su pelo estaba enmarañado y tenía
tierra y, a pesar de que estaban ahí tratando de hablar con ella, seguía como
ausente y de espaldas, lo que no le dio del todo buena espina.
-¿Estás bien? ¿te ha ocurrido algo?- preguntó extrañado y
agarró el hombro de ella para hacerla girar, momento en el que un ciempiés que
procedía de alguna parte de su piel trepó por la mano de Marcus mientras
cruzaba hasta el pelo de la chica.
Se sobresaltó al sentir su tacto y apartó la mano con
brusquedad y algo de asco, entonces vio la cara de la mujer aunque, más que la
cara, le preocupó que tenía la cabeza muy inclinada, pendiendo de apenas un
tendón del cuello y que, al girarse, se desprendió del todo y rodó hacia la
piscina.
Las personas que estaban bañándose y disfrutando del agua de
distintas formas, no se percataron de lo que acababa de pasar, pero sí que
comenzaron a sentirse mal. El agua se enturbió y quienes allí estaban empezaron
a toser, luego a escupir un líquido negro viscoso, el mismo que luego salía por
todos sus orificios.
El fenómeno no tardó en propagarse y, en unos pocos
instantes todo el barrio se encontraba mal y comenzaba a escupir aquella masa
extraña.
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