LITERARTOBER 2022: Verde
Paraguas negro, cabecero marrón, pared amarilla, vestido
verde…
-¿Qué haces?- preguntó aquella chica de vestido esmeralda.
-Trato de tranquilizarme.
-¿De nuevo sientes como que te ahogas?
-Sí, esto es horrible- respondió con dificultad.
-Se trata de un mal rato y luego pasa.
-Esto no se va a pasar, no hay marcha atrás.
Sábanas azules, cuadro verde, sangre roja, sangre roja,
sangre roja…
-¡No puedo, no puedo!
-Es difícil que te relajes aquí en medio de este desastre
¿por qué no vamos a otro sitio?
-No, no, no, tengo que resolver esto, tengo que resolverlo…
-No veo que haya mucho que resolver salvo limpiar el
estropicio y ver qué hacer con…
-¡No lo digas!- imploró y se encogió en el sitio.
-Que no lo diga no hace que desaparezcan. Ahora ¿cuál es tu
idea? Después de calmarte tendremos que ver si la mejor idea es limpiar o salir
huyendo.
-¿Huir? ¿Dónde? Esto no va a parar.
-Ya, creo que no fue la mejor idea dejar de tomar esas
pastillas.
-Me daban muchísimo sueño y dejé de verte. Me gusta tu
compañía, intentas ayudarme.
-Ya, a mí tampoco me gustaría estar siempre con sueño y
adormilada, realmente no estás viviendo como tal, te pierdes todo. Pero bueno,
eso lo hablamos después, lo primero es decidir qué hacer con esto. Lo mínimo
creo que es que te laves, tienes sangre encima.
Cuando pensó en que la sangre era de su hermana, se le
revolvió el estómago y acabó vomitando en la habitación. Momentos después,
sollozó con desesperación. No podía creerse lo que había pasado, le habían dado
ataques de ira antes en los que había perdido el control, pero era la primera
vez que llegaba tan lejos y lo peor era que no recordaba ni haber cogido el
hacha, ni haber cargado contra ella y mucho menos haberle cortado la cabeza.
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