LITERARTOBER 2022: Castillo
Aquella noche de tormenta no podía dormir, la lluvia caía
furiosa sobre el cristal de su ventana y los truenos la sobresaltaban. El
viento tampoco ayudaba, soplaba cerca de alguna esquina y se sentía como un
aullido. De pronto, como salido de una pesadilla, escuchó un fuerte sollozo que
provenía de la otra ala del castillo. Normalmente no lo habría oído, pero su
estado de alerta así lo permitió. Nerviosa y con curiosidad, agarró su
candelabro y se dispuso a seguir el sonido, podría ser que alguien necesitase
ayuda.
Los pasillos estaban oscuros y vacíos, no había ni criados.
Tampoco le extrañaba, eran horas bastante intempestivas, cualquiera de ellos
estaría durmiendo. De vez en cuando, un resplandor inundaba la estancia y le
daba un segundo de visión clara, pero siempre le seguía un aterrador estruendo
que le ponía los pelos de punta.
Después de vagar por medio edificio, ya pasada la parte
central, la voz sonaba más y más clara, así que recobró renovadas fuerzas y
continuó su marcha por estancias cada vez más dejadas. Empezaba a ver telarañas
aquí y allí, muebles raídos y semi cubiertos por telas blancas, estaba claro
que en esa zona la limpieza tampoco era una prioridad y comenzaba a preguntarse
por qué. No recordaba haber tenido nunca permiso para cruzar a esa ala, así que
sintió la presión en el vientre que causa el peligro.
Por fin dio con la puerta tras la que venía de forma clara
el sollozo, el cual cesó tras el sonido que produjo el portón al abrirse.
Iluminó como buenamente permitían las velas aquella curiosa estancia, que bien
parecía una habitación poco cuidada. Un golpe repentino la derribó y dejó
inconsciente, su gemela, con la misma cara pero aspecto desaliñado, ya podía
escapar de allí al tener un reemplazo.
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