LITERARTOBER 2022: Maldad
Desperté con los músculos entumecidos y la cabeza con
sensación de pesadez y mareo. Apenas podía levantar los párpados y traté de
estirarme, fue entonces cuando me percaté de que no estaba en mi cama, sino
sentado ¿cómo podía ser?
Al moverme me percaté de que mis manos estaban atadas con
fuerza al asiento, junto con mis tobillos. Finalmente pude abrir con pesadez los
ojos, fue entonces cuando no reconocí la estancia de luz tenue y paredes
cercanas. Todo estaba cubierto de baldosas, en algunos lugares levantadas y
rotas y había también un par de tuberías casi tocando el techo, de donde
colgaban telarañas bastante grandes. La suciedad parecía estar a mi alrededor
también, pero sobre todo era notorio un olor fuerte que no lograba identificar por
completo.
Frente a mí a lo lejos podía ver lo que parecía un trípode con
una cámara y una figura humanoide que se me acercaba.
-Parece que despiertas, bien, dentro de poco podremos
empezar a jugar- dijo con voz modificada tecnológicamente.
-¿Dónde estoy?- pregunté con dificultad.
-Eso no importa ahora, te tengo una buena noticia ¡vas a ser
famoso!
-¿Famoso?
-Por supuesto, aquí cumplimos sueños ¿sabes? Los sueños de
un montón de personas muy solventes y, querido amigo, la estrella de esta noche
serás tú ¿cómo te sientes?
-No entiendo de qué coño hablas, quiero irme a mi casa
¡suéltame!- ordené sacudiendo mis manos con brusquedad.
-Calma, tigre, yo no despilfarraría nada de energía, la vas
a necesitar. No está en mi cometido contentarte, mis clientes son otros.
-¿Quiénes? ¿De qué? ¿Qué mierdas pretendes?
-Oh, pero si te lo digo se estropea la sorpresa. Te propongo
un juego ¿vale? Yo dentro de poco voy a empezar mi tarea y tú tienes que
adivinar qué es lo peor que voy a hacer. Si aciertas, tienes ciertas
posibilidades de que no te lo haga- hablaba alegremente, como si la escena
fuese otra.
-No pienso seguirte el rollo, basura, suéltame o…
-¿O qué? Te recuerdo que estás atado y bien fuerte y tengo
drogas a mano para doblegarte si hace falta. Lo que me recuerda…
Se fue a un rincón oscuro y trajo consigo un carrito
metálico con ruedas.
-Voy a necesitar instrumental. Bien, ponte cómodo, vamos a
empezar y… ¡Acción!
De la cámara apareció una luz roja que indicaba el comienzo
de la grabación, entonces aquella persona se acercó con el carrito, no podía distinguir
bien si era hombre o mujer y su cara estaba cubierta con una grotesca máscara
de payaso.
-Bien, empecemos a jugar ¿algo que decir a nuestros
espectadores antes de comenzar?- saludó a cámara con la mano.
Ahora que estaba cerca, podía ver la bandeja y su contenido,
había sierras de distintos tamaños, martillos y otros artefactos manchados de
sangre y óxido.
-¿De qué va esto, tío?- pregunté con desesperación, temiendo
que no saldría jamás de allí.
-Bueno hay gente pudiente de gustos muy específicos ¿sabes
que se pagan altísimas sumas por ver a alguien morir?
¿Quién podía tener tanta maldad?
Comentarios
Publicar un comentario