Writober Literart: Voces
Era la noche perfecta para ver la lluvia de estrellas y
acampar bajo aquel espectáculo. Tenía todo listo, tan solo hacía falta que
empezara el espectáculo. Fui a revisar una vez más el telescopio, que estuviese
todo bien calibrado y en la posición correcta y, en mitad de mi tarea, pude ver
cómo una pequeña araña correteaba por la superficie del mismo, con esas patitas
que tanta grima me daban.
Obviamente hice lo que debía, no iba a permitir que un bicho
inmundo hiciese su casa en un objeto tan preciado y caro, ese asqueroso ser ya
no corretearía más por ningún lugar.
El primer destello se hizo notar, así que me dispuse a
observar el firmamento. Llevaba poco tiempo disfrutando de aquel maravilloso
espectáculo cuando sentí un cosquilleo por mi brazo, así que desvié la mirada.
Otra insulsa araña osaba posarse esta vez sobre mí, por lo que hice un barrido
con mi mano para sacarla de ahí. No tardé en notar lo mismo por mi pierna, algo
que me produjo un escalofrío, pero era esa sensación que todos percibimos cada
vez que pensamos en una araña. O eso pensé…
Para cuando me quise dar cuenta, una masa negra con
múltiples patas aquí y allí empezó a treparme a una velocidad vertiginosa por
mis piernas. Traté de sacudirme con energía y unas cuantas cayeron, para
retomar su camino en mi dirección de nuevo.
Instantes después estaba perdiendo la lucha contra el
ejército que me envolvía, así que empecé a correr en busca de un lago, río o
cualquier fuente de agua en la que meterme y ahogarlas por siempre. Algo me
hizo tropezar, pero, cuando traté de levantarme, noté que me había quedado
pegado a una superficie viscosa. Noté entonces que tenía algo delante y alcé la
vista, me encontré con un montón de ojos que me observaban.
-Así que te gusta matar arañas…- pronunciaron al unísono
varias voces que no parecían humanas.
Comentarios
Publicar un comentario