Writober Literart: Tesoro
La emoción que emanaba de los jóvenes investigadores podía
palparse en el ambiente en cuanto llegó al laboratorio la caja que contenía el
inusual hallazgo del océano Atlántico.
Abrieron apresuradamente la caja de madera que lo contenía,
como niños impacientes en la mañana de Navidad y se deleitaron por unos instantes
con su contenido.
-Asombroso- pudo decir uno de ellos mientras lo observaba,
casi perdiendo el aliento de la emoción.
-¿A quién crees que perteneció?
-Ni idea, supongo que deberíamos abrirlo para entenderlo.
-¿Estás loco?- repuso su compañero.- ¿No te has parado a
pensar en las consecuencias? En las pirámides ya hubo problemas con cosas así.
-No me digas que crees en maldiciones.
-No, pero sí en hongos tóxicos. Ha estado bastante profundo,
primero deberíamos asegurarnos que es seguro abrirlo.
-Por su aspecto más parece un cofre del tesoro de alguna
civilización que un féretro, eso reduce las posibilidades de contaminarnos.
-¿Crees que podría tratarse de alguna ofrenda divina? Viendo
los grabados, no distingo muy bien ningún ritual.
-Tampoco parece de una civilización que reconozca y parece
ser lo suficientemente antiguo para ser de la época de la colonización.
Pasaron varias horas observando el misterioso objeto de
piedra con tallados que consultaban y debatían, pero no alcanzaban a reconocer;
tomando muestras aquí y allí que analizaban y debatiendo entre ellos.
Finalmente, se impuso la idea que ya les rondaba la cabeza desde el principio
y, tras no discernir peligro alguno, acabaron abriendo con sumo cuidado el gran
arcón. Su interior les dejó maravillados, una gran cantidad de monedas ocupaba
su interior, sin embargo, estaban tan ensimismados mirándolas, que no pudieron
percatarse de que el cofre había comenzado a emitir un destello suave.
En ese instante, del interior del mismo comenzaron a surgir
entre las monedas una especie de babosas negras que saltaron hacia los
sorprendidos científicos, quienes nada pudieron hacer por despegárselas, salvo
padecer con horror que entraran en sus orejas, boca y orificios de la nariz
para después devorarles por dentro.
Comentarios
Publicar un comentario