Writober Literart: Torre

Toda mi vida recuerdo estar en casa, criarme aquí con mi madre, como las princesas que viven en una torre en los cuentos. Madre siempre decía que el mundo exterior era hostil, despiadado y cruel con las personas buenas y que yo era demasiado buena como para salir. Me advirtió una y otra vez de los peligros, pero ella siempre se sacrificaba, ella siempre salía a por comida o lo que fuese que necesitara. Por eso no podía quedarme parada cuando la encontré tendida en el suelo esa mañana, debía salir esta vez yo por ayuda.

Abrir la puerta me costó un mundo, pero estaba decidida a guardar mi miedo en el bolsillo, por ella. Al salir la luz me cegó y el ruido de los coches me sobresaltó, hasta el punto de casi hacerme un ovillo para protegerme. Las personas me miraban raro y yo a ellas con desconfianza, alerta de cualquier intento de robo o ataque, girando la cabeza bruscamente para que supiesen que estaba atenta, que no podrían hacerme daño ni impedir mi misión. Llegué a una tienda cercana.

-Quiero un médico.

El dependiente me miró sin comprender.

-Estarás de broma, si no vas a pillar fruta, lárgate- respondió de mala forma, así que no me dejaba alternativa.

Salí corriendo con lo primero que pude coger, oyendo sus insultos y pasos a mi espalda.

Casi logré escapar, pero cuando cerraba la puerta de casa, me arrolló y logró entrar también, así que cogí lo primero que encontré y amenacé con agredirlo.

-¿Qué te crees que haces? Devuélveme la fruta, sucia ladrona, o llamaré a la policía.

-La necesito, mi madre está enferma y la fruta es buena para la salud.

-Tu madre no te habrá educado para robar, si me paga todo, me olvidaré del incidente. Y abre una ventana, por favor, nos vamos a ahogar con este olor.

-Ella lleva un tiempo enferma, no te puede atender- respondí aún a la defensiva.

Se quedó pensativo y me sorteó para avanzar hasta donde estaba madre, para poner cara de horror al verla.

-Chica, tu madre está muerta.