Writober Literart: Muñeca
No era la primera vez que sus padres se iban a cenar y la
dejaban a cargo de su hermana pequeña, el problema era que esa noche tenía
planes y, para variar, no se habían tenido en cuenta. Estaba más que harta de
que aún la tratasen como a una niña y que encima dispusieran de su tiempo a su
antojo y sin preguntar. El rollo de la hermana mayor responsable la tenía
bastante cansada, así que esa noche le daría la cena y dejaría que se entretuviese
sola mientras ella revisaba las redes o hablaba con sus amigas.
La pequeña, sin embargo, parecía empeñada en pasar tiempo
con ella, haciendo que perdiese la paciencia, así que, con toda su ira
adolescente, la mandó derechita a jugar a su cuarto.
Respiró calmada, durante un rato pudo estar a su aire, sin
embargo, un reiterado ruido de puertas que se abrían y cerraban la enervó lo
suficiente como para ir a echarle una buena reprimenda.
-¿Se puede saber qué haces, enana?- cuestionó con clara
crispación.
-Estoy jugando con Lily al escondite inglés- respondió la
pequeña señalando la puerta cerrada de su habitación.
Lily era su muñeca más reciente, con la que jugaba a cada
rato y pasaba las noches. Su hermana mayor se rio ante tal ocurrencia, la
pequeña aún creía ciertos los cuentos que su padre se inventaba para que no
perdiesen la ilusión. Solía decirles que las muñecas de su cuarto cobraban vida
cuando no eran vistas y que se daban prisa en volver a sus puestos al mínimo
ruido para no ser descubiertas.
La pequeña se molestó, así que no dudó en explicar que la
había visto moverse.
-Seguro- desdeñó su hermana.
-Si no me crees, vete a verlo- comentó con enfado mientras
señalaba la puerta.
La joven se acercó dispuesta a abrir la puerta y tirar por
tierra aquella tontería y lo habría hecho de no ser porque, justo antes de
girar el pomo, vio un ojo que miraba desde el otro lado de la cerradura.
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