Writober Literart: Calabaza
La música de fondo era inquietante, y el
tono de voz del locutor de radio, profunda, pausada.
-Estaba sola en su casa la noche de
Halloween cuando llamaron a la puerta- comenzó a relatar.- Por supuesto estaba
claro que al otro lado habría otra panda de niños pesados pidiendo caramelos
como si no tuviesen padres que pudieran conseguírselos por poco dinero. No
entendía para nada esa tradición que, para ella, era de lo más absurda, así que
decidió una vez más fingir que la casa estaba vacía para que se fueran a la
siguiente. El llamado resonó con más ansiedad, lo que le molestó, pero siguió a
sus cosas. Fue entonces cuando los golpes vinieron de la ventana trasera,
entonces pudo percibir al girarse que la silueta era de un adulto, además
bastante alto, que portaba una máscara de calabaza. Le pareció espeluznante y
se le puso la piel de gallina, además, no tardó en darse cuenta de que no se
trataba de un bromista ya que arremetió un golpe contra la ventana que deshizo
el cristal en mil añicos.
Gracias a los efectos especiales
pregrabados, añadió el nombrado sonido y, a continuación, un grito femenino,
mientras la tensión musical se intensificaba.
-Corrió hacia la puerta, en busca de la
salida, de ayuda, muerta de miedo, sin embargo le cortó el paso. “Truco”, fue
todo lo que dijo antes de cortarle la garganta.
Sus noches de terror eran un éxito, aquel
programa había ganado fama rápidamente y el locutor era bastante bueno narrando
y creando el ambiente propicio. No obstante, también había recibido en menor
medida algún que otro email preocupante, de gente que pensó que fuesen aquello
que llamaban “tolls” porque, de no ser así, parecían algo perturbados.
Recogió por aquella noche y cerró el local
para poner rumbo a su casa por el recorrido que hacía cada noche.
Entonces, una voz áspera resonó cerca de él
algo que le erizó el bello y le desbocó el pulso.
-Truco.
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