Writober Literart: Luna
La noche era densa y el ambiente
completamente asfixiante. Vagaba por un bosque oscuro, tétrico, que ahogaba y
enredaba a la Luna. Desconocía mi paradero, rumbo o incluso el camino que me
había conducido ahí, además del tiempo que llevaba dando vueltas en busca de
una salida. El agotamiento me atosigaba tanto o más que la oscuridad, que ya
amenazaba con devorarme y poco a poco notaba cómo me volvía más y más débil, a
merced del frío y quizás los lobos.
Debí tener una inmensa suerte porque,
cuando estaba por rendirme a lo inevitable, un haz de luz cercano me hizo darme
cuenta de que había una carretera a no muchos pasos. Prácticamente volé para
alcanzarla, con la esperanza en la garganta y mi corazón en la mano. Traté de
detener el coche, sin embargo solo alcancé a ver la cara de horror del
conductor, quién pisó con todas sus fuerzas el acelerador.
Me giré para ver qué tenía a mi espalda que
podría haberlo asustado tanto, estaba tan pálido… no obstante, el bosque me
devolvió su mirada.
Caminé por el borde de la carretera con la
esperanza de cruzarme con otro viajero nocturno y entonces fue cuando un pedazo
de papel clavado en un poste me dio una respuesta que no esperaba e hizo que mi
corazón se encogiese de angustia. Junto a un quitamiedos abollado, alguien
había puesto un cartel con mi foto, lugar donde también reposaba un ramo de
flores secas.
Comentarios
Publicar un comentario