Writober Literart: Juego
La noche ya había caído, lo que hacía el momento aún más
adecuado para una inofensiva noche de terror. Siempre se montaban alguna que
otra prueba de coraje para los recién llegados al equipo, con la excepción de
que esa era nueva. La idea principal vino a raíz de ver una película de terror
en casa de Clay, el líder del equipo, algo que por supuesto todos apoyaron.
Por suerte, el novato había accedido y tenían un par de
bromas preparadas para asustarlo, si se mantenía en el molde, sería uno de los
suyos. Colarse en el instituto por la noche ya había sido toda una experiencia,
nada tenían que ver aquellos pasillos llenos y a plena luz del día con el solitario
e inquietante espectáculo que ofrecían en esos momentos.
La sesión empezó, todos pusieron sus dedos sobre el vaso
mientras Clay llamaba a los espíritus, tratando de poner voz profunda.
-Hacednos una señal si estáis ahí- ordenó, formulando la
frase que le indicaba a Jessy, su novia, cómo debía actuar.
Se oyeron varios golpes en la pared de la sala.
-Espíritus, si venís en paz, dad dos golpes.
El novato no pareció inmutarse ante el espectáculo, como si
supiera que era todo pactado.
-Espíritus, si venís en paz, dad dos golpes- insistió.
De pronto, un humo negro llenó el interior del vaso y se
escuchó un grito femenino en el pasillo.
-Tío, creo que ya es suficiente- dijo Mark, un buen amigo de
Clay y también miembro del equipo.
-Solo es un juego, tío.
El vaso comenzó a agitarse con fuerza, así que retiraron los
dedos. Lo vieron volcarse y verter aquel humo extraño, que empezó a inundar la
habitación hasta que no vieron nada.
Se levantaron sobresaltados cuando empezaron a oír risas
infantiles.
Se oyeron correteos alrededor de los chicos y hasta alguno
podría jurar que algo le había rozado el brazo. Cuando quisieron correr hacia
la puerta, todos chocaron con algo que les hizo caer. En ese momento, el humo
se disipó y pudieron ver con horror cómo un montón de niños les había rodeado.
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