LITERARTOBER 2021: Escritor
Me latía el corazón con rapidez nada más entrar en el
edificio de la emoción. La única recepcionista del lugar, una señora aburrida
de expresión despreocupada, casi ni se sorprendió al reconocerme. Por supuesto
me esperaba otro tipo de reacción al ver que un afamado escritor decidía pasar
unos días en un hotel tan conocido por su macabra historia.
La idea fue de mi representante, quien estaba ya un tanto
harta de mi bloqueo temporal, después de haberle denegado con amabilidad su
oferta de tomar drogas. No, esta novela saldría limpia, yo no creía en las
drogas como vía para llegar a las ideas, pero sí creía en la inspiración. Fue
entonces cuando me propuso aquel plan tan loco.
-¿Por qué no te alojas en el hotel de los crímenes?
Aquel lugar tenía fama de estar plagado de almas en pena,
aquellos que se habían hospedado narraban rocambolescas historias de golpes,
pasos y apariciones extrañas. Por supuesto yo era escéptico, pero quizás ese
era el impulso que necesitaba mi obra de misterio.
La noche comenzó tranquila, sin embargo ni el ambiente
extraño y pesado servía para que mis dedos se deslizasen por las teclas. Nada…
estaba seco… Grité y golpeé la mesa por la frustración y fui sobresaltado de
pronto por un repiqueteo en el suelo que me respondía. Tras pararme a escuchar
con atención, noté que provenían de debajo de la cama, algo que me heló la
sangre por un momento. Me acerqué con sigilo para levantar las largas sábanas
de forma brusca, fue entonces cuando vi una cara de cuencas vacías que me
sonrió ampliamente nada más verme.
No necesité más para salir corriendo, pasando por la vacía
recepción, dispuesto a abrir la puerta de la calle en paños menores. Nada más
lograrlo vi que la puerta ya no conectaba con la amplia avenida por la que
llegué, sino que el suelo se cortaba justo a mis pies, dando paso a un amplio
abismo.
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