El camino del odio - Betty



No es que me emocione madrugar, soy de esas personas a las que le tiende a apetecer desayunar tranquilamente mientras veo la televisión, pero mi mujer es una apasionada de las actividades y a veces me contagia parte de la energía y entusiasmo que desprende a su paso. Por supuesto hoy es uno de esos días en los que he abandonado el pijama para ponerme el calzado y la ropa de excursión. Aún estoy algo atontada así que he dejado que Ben juegue mientras lo superviso desde el banco colindante al parque. Estaré parcialmente dormida como hora y algo más, Karen siempre dice que soy medio marmota. No obstante, mi sopor no es suficiente como para que no salten mis alarmas al ver ciertos movimientos extraños en la plaza, y es que hay un grupo de personas que están discutiendo.
Comienzan a pelearse, así que corro hacia mi niño para asegurarme de que no le pase nada, decisión que agradezco en cuanto veo que una mujer que está envuelta en todo ese asunto de repente agarra y hace volar por los aires a otro hombre, quien atraviesa el cristal de la cafetería. No sé si estoy más asustada o sorprendida pero no veo el momento de reunirme con Karen y salir pitando de allí ¿Acaso alguien tiene tanta fuerza?
Espera ¡¿Se está trasformando en un oso?!
















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