El camino del odio - Asdru

Las noticias del viejo no eran para nada una sorpresa, nuestra rivalidad era ancestral y era cuestión de tiempo que una antisistema como aquella se pasara a nuestros dominios. Fui con mi mano derecha Zack y con mi hijo Ethan a su encuentro, la invadiríamos en sus propios dominios ¡Poco me importaba ya lo que fuese de ella si había ignorado el pacto, condenándonos a la muerte de la manada!

Nos la encontramos prácticamente a las afueras de nuestro territorio, como in fraganti en un intento de invasión. Había algunos humanos en aquella plaza, así que Ethan y Zack insistieron en cerrar la zona por lo que pudiese pasar. Aquella era una práctica típica, se basaba en una magia antigua, evitaba que los testigos que hubiese saldrían y que entrasen nuevos, luego se podrían modificar sus recuerdos.

-¡Ahí estás! ¿Se puede saber dónde queda tu palabra?- le reproché.

-Mi palabra… ¡Qué valor! Encima vienes con tus amigos a encararme ¿tan flojo eres?- ¿me estaba retando acaso? Esta no sabía con quién estaba tratando.

No tardé en lanzarme a por ella, mas tuve la mala pata de ser agarrado. Reconozco que no esperaba salir por los aires, normalmente esquivo mejor, quizás fue el enojo que no me hizo pensar con claridad.

Me transformé para llegar más lejos y fui a su cuello peludo con intención de desgarrarlo, pero me bloqueó. Tuvimos más idas y venidas hasta que acabamos bloqueándonos ambos, en un forcejeo.

-¿Ves como eres un flojo?- se burló.

-¡No te permito que me hables así delante de mi familia! ¡Insubordinada! ¿Dónde queda tu lealtad?

-¡No le debo lealtad a nadie, mucho menos si destroza lo mío!

-¿De qué se supone que hablas? Ya no sabes ni qué inventarte.

-¡De mi hogar! Tú y tus esbirros lo destrozasteis.

Entonces Ethan apareció ¡¿Cómo se atrevió a intervenir?! Va en contra de las normas de la manada ¡Me va a oír cuando volvamos!

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