Silencio, mi cuento empieza - Lo que callan las muñecas
Soy capaz de hablar, pero tú no escuchas mi voz, intento e
intento comunicarme contigo pero siento que me ignoras, y eso duele. No parece
que te preocupe cómo me siento o qué cosas pienso, mis gustos ni nada que tenga
que ver conmigo, en su lugar o muestras claramente no te importa o te inventas
una mentira que te aferras por creer, enfadándote si te contradigo.
Déjame preguntarte ¿yo te importo?
Si de verdad te importara, al menos te preocuparías al verme
llorar, me preguntarías en vez de mostrarme indiferencia.
Quisiera saber si tú me amas realmente o si sólo amas a la
persona que te has inventado que soy.
Yo no soy esa, ya deberías saberlo.
¿Por qué te sumerges más y más en una mentira cuando me
tienes aquí a tu lado?
Déjame preguntar ahora ¿me respetas?
No siento que me trates como a una igual y no me gusta que
se empeñen en pensar por mí, en hablar por mí, hacer cosas por mí ni decidir
por mí. Detesto que me arrastren hasta las decisiones y opiniones de los demás,
ignorando las mías. Soy autosuficiente y no quiero esto, deseo poder expresarme
yo misma sin que me pongas más trabas, es molesto, agotador y doloroso.
Permíteme preguntar ¿eres feliz?
Porque yo no lo soy, no quiero esto pero ya no sé comunicarme
con alguien que no quiere ver ni escuchar a quien tiene delante y estoy agotada
de tanto intentarlo.
No quiero ser tu muñeca, no quiero ser la muñeca de nadie,
quiero ser la persona que soy en realidad sin sentirme atrapada en la ficción
que otro creó por mí.
Pero a las muñecas no se nos permite pensar, decidir o
sentir por nosotras mismas, sólo estamos aquí para hacer bonito, aunque ¿no te
das cuenta? Así ninguno de los dos puede ser feliz.

This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.
Comentarios
Publicar un comentario