Cómo luchar contra los monstruos - El monstruo de la culpabilidad

Esta pesada criatura aparecerá siempre y cuando sintamos que somos el causante de algo que ha derivado un mal a otros o incluso a nosotros mismos.
Este sentimiento es normal y ocurre siempre y cuando tengamos empatía, no obstante, es importante no olvidar que de nada sirve quedarse con él por largo tiempo y mucho menos recrearnos con lo ocurrido.
Este ser se agarrará a nuestra espalda, como una mochila, y nos inducirá la mala sensación por lo que nos sintamos culpables y su recuerdo, ya que se alimentará de la energía negativa que produzcamos, haciéndole crecer y pesar más y más.
Se tiende a equivocar la responsabilidad con la culpabilidad. El primero hace alusión a cuando hacemos algo que genera una respuesta o una consecuencia, estamos siendo responsables, pero su connotación es neutral y, en este caso, al no cargarnos de energía negativa, podemos poner solución a las consecuencias en el caso de que sean malas. La culpabilidad, sin embargo, carece de esa neutralidad, así que lo que hacemos es cerrarnos en un círculo de malos pensamientos, evitando que podamos ver que hay cosas solucionables y hacer algo al respecto dado que nuestra energía se centrará en lo que ha pasado y que hemos hecho.

Para librarnos de este monstruo debemos cambiar el ciclo de la culpabilidad a uno de responsabilidad y la clave para ello es tener en cuenta que ni nosotros ni nadie es perfecto, que las cosas se hacen lo mejor que se puede y que siempre es mejor poner soluciones a sentirnos mal una y otra vez ya que lo que ha pasado no se puede borrar, pero sí reparar.



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