Silencio, mi cuento empieza - Querido desconocido
Nunca pensé que te escribiría de esta manera, tantas
palabras de amor para acabar encontrándome con necesitar escribirte desde la
tristeza y el profundo dolor que dejaste a tu paso.
Recuerdo cuando te conocí y puedo acordarme de las cosas que
pensé sobre ti, todas buenas por supuesto y es que tengo la mala costumbre de
fiarme de la gente.
Con el tiempo no solo ganaste mi aprecio, te hiciste un
hueco en mi corazón a pesar de mi miedo a sufrir otra vez. Y tú lo sabías… tú
sabías del dolor que antaño había soportado y me aseguraste que tú no me
causarías un mal así.
Y yo te creí… aquella vez como todas las demás, siempre te
creía.
Mis condiciones eran claras, siempre fui directa y sincera,
tú sabías constantemente que conmigo caminarías por terreno pantanoso, y es que
mi pasado fue muy oscuro pero aún sigo luchando por traer luz a mi vida. Y tú
dijiste que formarías pare de esa luz… y yo te creí, de nuevo te creí…
Los meses pasaron tranquilos o eso parecía pues poco a poco
una sensación extraña se apoderaba más y más del día a día, pero pensaba que
era cosa mía, creí que me equivocaba y sólo era la costumbre de sentirme
asustada, lástima que me equivoqué.
Siempre te mostraste ante mí como una persona sincera,
confiable, amistosa, divertida, siempre me decías que contaría contigo, que
podía hablarte sin temor alguno, dijiste que no me harías daño, que cuidarías
de mí, que no me gritarías, tú sabías por qué no me gusta que me griten, tú
respetarías mi espacio, comprenderías mis miedos y dudas y me dejarías ser yo
misma, todo porque deseabas formar parte de mi vida.
Te juro que me lo creí todo, estúpidamente confié en ti ¿cómo
no hacerlo?
Antes me consideraba débil, vulnerable, fácil de dañar, en
exceso sensible, incapaz de poder con mis problemas sola… en fin, una inútil en
general que no servía para nada. El tiempo y la lucha contra mí misma y mis
monstruos hicieron que, tras cada batalla, me diese cuenta poco a poco lo
equivocada que estaba. Nunca fui débil, lo demuestra el hecho de que, a pesar
de mis cicatrices, aún sigo entera, aún tengo fuerzas para luchar de nuevo,
siempre pude con mis monstruos, porque luché yo sola, así que, de alguna manera
creo que nunca fui tan vulnerable como pudiese parecer.
¿Acaso me viste así tú también? ¿creías que aceptaría todo
lo que traías contigo sin chistar? ¿en algún momento pensaste que no me
importaría que me gritaras, que pretendieses que dejara de ser yo para pasar a
ser quien tú querías que fuese?
No… así no funciona.
Si amas a alguien, es por como es, puede que no te guste
exactamente todo ya que nadie es perfecto, pero no puedes forjar la imagen
ideal de una persona y pretender que se convierta en aquello que deseas,
frustrándote si no sale como esperas.
Eso no es amar, al menos no es la forma correcta de amar,
las ilusiones se desvanecen, sólo forman parte de la imaginación, no puedes
hacerlas reales y mucho menos si eso implica el sacrificio de la verdadera
persona que es el otro que camina a tu lado.
Dicen que si amas a alguien, hay que dejarlo libre, eso
implica permitirle tomar sus decisiones y pensar a su manera, tener su propio mundo
del cual comparta un pedazo contigo.
Al menos ésta es la manera en la que yo veo y comprendo el
amor y es que no puedes ni debes forzar a nadie a ser o actuar como otra
persona, a dejar de tener amistades, a vestir como tú quieres, etc. Yo me
pregunto ¿Por qué la gente se enamora de alguien para luego cambiarlo?
Si ya sabías que yo no iba a estar dispuesta a algo así ¿por
qué lo intentaste? ¿por qué ignoraste mis mensajes tan claros? Desde el
principio sabías que yo deseaba volar, que no iba a permitir que cortaran mis
alas, no otra vez.
¿Acaso creíste que cambiaría por ti, que me sometería a tus egoístas
exigencias? ¿Pensaste quizás que era en gran medida manipulable, que no me
daría cuenta de nada? ¿No te había quedado claro el mensaje o es que deseabas
estar conmigo a toda costa hasta el punto de hacerme creer que eras otra
persona?
Reconozco haberme enamorado de aquel chico dulce y cariñoso
a pesar de su tortuoso pasado y de tantos problemas, y es que ¿Quién no los
tiene? Es algo que comprendo perfectamente ya que es algo que siempre abundó en
mi vida, por eso incluso te quería más supongo, y es que quien conoce el dolor,
el sufrimiento y la oscuridad sabe que ver salir el sol después de la tormenta
es radiantemente precioso, parece que brille con más fuerza, así que ¿cómo no
iba querer reconfortar a un alma torturada cuando forma parte de mi forma de
ser el no poder negar ayuda? ¿cómo no iba a quererte si me vendiste una imagen
de ti mismo que era bastante agradable y creíble? Bueno, yo al menos me la creí.
¿Qué pasó entonces? Pues que las mentiras tienen las patas
cortas y que no puedes cegar a alguien que no quiere dejar de ver, sobre todo
cuando ha visto la oscuridad más absoluta.
Nunca me di cuenta de cuando empezó realmente, pero algo me
hacía no bajar la guardia, todo dentro de mi inocencia típica, por supuesto.
Algo no encajaba en el puzle y no sabía por qué.
Poco a poco fuiste sacando tu verdadera personalidad
autoritaria, aflorando tus exigencias, intentando manipularme con mentiras,
todo para complacerte. ¿Sabes? Hace tiempo que no soy ese tipo de persona, hace
tiempo comprendí que eso no es un amor sano, siempre a base de los golpes de la
vida, por supuesto, por eso no te funcionó, pero lo habría hecho años atrás.
¿Sabes por qué te escribo? Porque darme cuenta de cómo eras
realmente fue doloroso, pero descubrir que todo fue una mentira dolió aún más,
descubrir que me mentiste no sólo en cómo eras, tu pasado, tu presente incluso…
todo, todo farsa… eso me rompió en dos.
¿Sabes? Llevo tanto tiempo pasando por relaciones malas que
no sólo estoy cansada, sino desengañada y es que mucha gente está equivocada
con cómo es el amor en realidad y me enfrenté a tantas pesadillas sola que soy
lo suficientemente fuerte como para no necesitar una pareja para vivir feliz y
sobrevivir a mis demonios.
Pero me pregunto ¿en algún momento pensaste que me daría
cuenta? ¿viste el daño que hacías y seguiste sin remordimiento? ¿realmente te
importé en algún momento como para detener la farsa?
¿Sabes qué es lo peor de todo? Que te habría entendido si me
hubieses explicado que las mentiras gobernaban tu vida, soy así de estúpida,
pero no habría podido con el autoritarismo, eso no.
Nunca pensé que llegaría a escribirte de esta manera y es
que estaba lejos de imaginar que algo así pasaría, que te aprovecharías de mi
amabilidad incluso y me desterrarías a la extraña sensación de irrealidad que
conlleva el saberme dentro de una farsa tan larga como esta.
¿Qué fue verdad? ¿algo en todo este tiempo ha sido real? Yo así
lo creía y aún siento que estuve en el limbo ¿de verdad hacía falta jugar
conmigo de esa manera?
Nunca imaginé que serías así, y es que la persona a quien
quise nunca existió, por eso te digo todo esto, querido desconocido, a ti nunca
te quise, a ti recién te conozco y no me gustas porque detesto que me engañen, odio
que me corten las alas cuando yo cuido las ajenas, odio que me griten y exijan,
no… no puedo querer a alguien así, pero supongo que eso lo sabías, por eso me
mostraste una historia con la que yo podía vivir.
Te deseo lo mejor en la vida, que soluciones tus problemas,
pero lejos de mí porque si algo malo tengo es que traiciones como esta nunca
las perdono, porque no se puede herir a alguien como yo y pensar que podré
seguir confiando.
Pero ¿sabes que es lo bueno? Te libraste de mis horrores
personales, de mi pasado, mis historias, de fingir que tú también pasaste por
cosas como las mías, ya no hace falta actuar.
Espero que puedas solucionar eso en tu vida, yo por mi parte
sé que, como tantas veces en mi vida, curaré mis heridas, me levantaré y
seguiré adelante con algo más aprendido.
Diría que siento no ser como esperabas, pero no lo lamento
en absoluto, mi rechazo te lo ganaste tú y eres tú quien, con todo lo que
hiciste, perdiste a alguien así.

This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.
Comentarios
Publicar un comentario