Cómo luchar contra los monstruos - El monstruo del perfeccionismo

Esta criatura acosa solamente a aquellos que se preocupan sobremanera de que todo salga como tienen planeado, hasta el punto de no aceptar ningún pequeño cambio, lo que genera un nivel de estrés elevado puesto que la necesidad de control de la situación que sienten dichas víctimas es constante y llegan a frustrarse mucho cuando no consiguen lo que quieren ya que ven su fantasía ideal desmoronarse.

Este ser ronda constantemente a sus víctimas y hace continuamente comentarios sobre cosas que hacer, o que algo no está lo bien que debería, o que no sale como debe, incluso superponiendo unas frases a otras, creando ruido por así decirlo, generando con ello la ansiedad de la que se alimenta.

Aquellos que convivan con este monstruo en su vida prácticamente viven siempre frustrados y es vital que entiendan que, para empezar, la vida no es perfecta, por lo tanto no existe nada perfecto en ella, pero no por ello es menos divertida.

Nadie puede pretender vivir en su mundo de fantasía en donde todo ocurre bajo sus deseos ya que el resto de personas también tienen los suyos y sería un caos y verdaderamente imposible cumplirlos todos independientemente del resto, puesto que habría gente que desearía cosas opuestas como que llueva o haga sol etc.

Es importante tener en cuenta también que los demás tienen sus propias ideas y sentimientos, por lo que toman sus propias decisiones y hay que respetarlas en lugar de pretender manipularlas para que actúen como deseamos, que es lo que en ocasiones ocurre con aquellos que viven con el monstruo del perfeccionismo.

Estas personas deberán ejercitar su capacidad de frustración para poder librarse de su molesto inquilino ya que, antes de lograr aceptar lo imperfecto de la vida, les llevará un tiempo lidiar con las emociones desagradables que el intentar cambiar eso generará.

A parte, tendrán que ser conscientes de que el ser humano tampoco es perfecto por lo que ellos no están obligados a serlo, sino todo lo contrario, lo ideal será que se admitan tal y como son y a los demás en lugar de pretender cambiarlos a su antojo. De una vez logren esta ardua tarea, junto con dejar de pretender planificar cada pequeño detalle y que no surjan cambios o imprevistos, podrán empezar a vivir más relajados y felices.

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