Cómo luchar contra los monstruos - El monstruo de la depresión
Esta criatura es sin lugar a dudas de la más mortíferas y
peligrosas que existen.
Es común confundir su llegada, muchos creen que la simple
tristeza se trata de este ser, pero realmente hace falta que aparezca de forma
continua y bastante duradera como para considerarlo el monstruo de la
depresión.
Tiene largos y muy poderosos tentáculos que, de una vez te
atrapan es difícil que te suelten y, cuanto más te apriete en su fuerte abrazo,
más complicado te resultará puesto que tendrás menos energía para zafarte.
Lo que atrae a este monstruo es la energía vital que todos
tenemos, que es de lo que se alimenta, drenándola poco a poco, haciendo que
cada vez sea más difícil pensar en positivo, o realizar incluso simples
acciones, logrando que dejemos nuestra vida de lado para solo alimentarlo.
Aun con todo, no establece poder sobre nosotros a no ser que
flaqueemos en temas como la autoestima, seguridad en nosotros o nuestro
entorno, que haya bastante tristeza en nuestras vidas o problemas. Básicamente
hace falta un conjunto de acontecimientos para que pueda empezar a parasitarnos.
Está formado por un montón de oscuridad, de hecho proviene
de un mundo oscuro, al que intentará arrastrarte consigo, para acabar de
devorarte.
Para librarnos de él necesitamos a toda costa seguir con
nuestras vidas, a pesar de que nos sintamos cansados, que nos ronden muchos
monstruos (ya que suele ser el caso antes de su aparición) y la que parece mejor
opción y que más nos apetece sea aislarnos, estar solos, llorar, dormir y dejar
de preocuparnos del mundo. Esto es importante tener en cuenta que para nada hay
que llevarlo a cabo, sobre todo por largo tiempo ya que cada día sin pelear
contra él es fuerza que perdemos y que él gana, haciendo cada vez más difícil
librarnos de su presencia.
Por complicado que nos resulte, debemos centrar nuestras
energías en dejar de preocuparnos tanto por cosas y empezar a buscar opciones
para resolverlas, rodearnos de gente que nos haga sentir bien, alejarnos de las
que nos hacen sentir mal, salir a la calle y no dejar responsabilidades, darnos
tiempo y paciencia ya que habrá días mejores que otros y no por eso es una
batalla perdida, lo será siempre y cuando nos rindamos, pero si seguimos
adelante, aunque sea un paso más, perderá influencia sobre nosotros poco a
poco.
Una opción muy buena también es fijarnos objetivos o sueños
que queremos cumplir, centrarnos en las pequeñas cosas agradables de la vida y
tomar las malas de aprendizaje, no como castigo.
La lucha contra este ser es larga y tediosa, pero no
imposible, por lo que no hay que rendirse nunca. Si nos hemos equivocado
intentando algo de cierta manera, es porque es sólo una de las erróneas,
encontraremos la correcta tarde o temprano.

This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.
Comentarios
Publicar un comentario