Cómo luchar contra los monstruos - El monstruo de la envidia
A simple vista resulta inofensivo, de hecho se puede bajar
la guardia dado que todo el mundo le hemos tenido en algún momento en nuestras
vidas, por lo que se ha naturalizado su presencia, mas no hay que subestimarlo.
Esta criatura se deleita con el dolor que genera a raíz de
que mantengamos nuestra atención a lo que otros tienen que nosotros deseamos y
no poseemos.
Habitualmente lo que hace es agravar aún más esa sensación
de malestar a un dolor más profundo simplemente provocando nuestro desagrado
hacia la persona a la que consideramos tan afortunada, incluso haciéndonos
considerar que no es merecedora de lo que envidiamos.
Todo esto acaba en un bucle en el cual nos sentimos mal con
nosotros mismos, frustrados y llenos de rabia o tristeza y apatía, cosa que nos
impedirá seguir con nuestras vidas felizmente.
Esto en pocas ocasiones llega a repercutir en los demás,
solo cuando empeora y empezamos a tomar malas decisiones, pero tanto por evitar
esto, como por evitar sentirnos mal nosotros mismos, debemos frenarlo.
Podremos librarnos de su presencia siempre y cuando
empecemos a valorar lo que tenemos, no tanto lo que precisamos, dado que en muchas
ocasiones ni siquiera es más que una sensación irreal.
Suele ocurrir que estamos seguros que seremos más felices si
tenemos algo en nuestras vidas, sobre todo si se trata de un bien material, no
obstante de una vez lo adquirimos, no somos más felices, o al menos no por mucho
tiempo. Esto suele ocurrir por dejarnos llevar por un deseo y confundirlo con
una necesidad mientras dejamos de tener en cuenta otras cosas realmente más
relevantes como el compartir un momento con alguien especial, muestras de
cariño de nuestros seres queridos, etc.
Cuando empezamos a valorar las pequeñas cosas que nos hacen
sentir bien y dejamos de confundir el deseo con la necesidad, este monstruo no
tendrá con qué atormentarnos y se irá.
Siempre es un añadido, además, el alegrarnos por la persona
que tiene aquello que nos parece tan bueno en vez de envidiarla, pero eso
requiere primero del esfuerzo anterior, a parte, siempre es mejor antes de
lamentarse por lo que uno no tiene, el pensar qué puede hacer para lograrlo.
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.
Comentarios
Publicar un comentario