Silencio, mi cuento empieza - Mientras duermes

De nuevo me encuentro aquí, entre las sombras de una habitación desconocida, esperando a que alguno de ellos aparezca y me libre de este aburrimiento.

Mientras me pregunto por dónde aparecerán esta vez, observo a la que sería su víctima si yo no estuviese aquí. Se trata de un adolescente de a lo sumo 16 años a quien parece le están visitando mucho últimamente, lo que despierta mi curiosidad, pero ya me pararé a averiguarlo, ahora debo estar alerta.

Entonces un bulto extraño se mueve en una esquina de la pared y empieza a surgir una forma humanoide pero horrorosa. Lo que debe ser su cara está surcada por profundas hendiduras, sus ojos están muy abiertos pero vacíos y su boca es otro pronunciado agujero negro que parece levar a la más agónica oscuridad.

No parece percatarse aún de mi presencia y se dirige hacia el chico que duerme plácidamente, que no me sienta aún allí me da ventaja, así que me preparo para atacar.

Rápidamente enciendo el incienso purificador con la llama ancestral y el monstruo se gira en mi dirección, pero ya es tarde para él porque también saqué la pulsera de las almas perdidas y la lancé en su dirección. Ésta se alargó más de lo que aparenta su forma y le rodeó a modo de cadena para, después absorberle completamente mientras el susodicho emite un terrorífico y desgarrador sonido. Cuando la criatura desaparece por completo, recojo la pulsera, que volvió a su forma original, pero con una cuenta oscura más y el rostro de ese asqueroso ser grabado en ella.

Miro entonces al chico un instante, nada parece haber perturbado su plácido sueño, doy media vuelta con intención de salir de allí y sonrío, mi trabajo aquí está hecho.

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