Íncubo
Bueno, reconozco que seleccionar la imagen para el #incubo ha sido complicada sin que aparezca nada sexual ni gente durmiendo en poses tremendamente extrañas. En serio ¿quién duerme así si no es medio gato? Parece como estas fotos que tratas de ponerte en plan casual y queda de lo más aparatoso. Ejem, reconduzcamos esto. Ya está listo el microrelato del #31HalloweenLITERART del @grupoliterart @literart, esta vez voy a volver a los humanos dando miedo, espero que os guste.
#incubo
¡Habíamos quedado! No me lo podía creer ¡habíamos quedado! Después de tanto tiempo chateando y compartiendo agradables momentos, tantas historias, tantas andadas ¡por fin llegó el día! Reconozco que no soy buena con las personas, me han hecho demasiado daño demasiadas veces como para quitarme las ganas de entablar una mera conversación con alguien. Además veo demasiadas personas calcadas, demasiada gente que sólo encuentra divertimento a base de alcohol, que habla de las mismas películas o canciones de moda y así con todo, como si les dirían qué ver y pensar. Anodino... echo en falta una conversación profunda, original y era algo de lo que él siempre disponía. Tan pronto hablábamos del origen del universo como de la muerte, de eventos históricos o de arte. Tanto tiempo disfrutando de su compañía y por fin voy a verle. Hemos quedado para ver las estrellas en el mirador, podremos cenar ahí mientras contemplamos el cielo estrellado. Es tan romántico y hermoso que mi pecho estalla de emoción. Ya tengo todo el picnic montado, el telescopio listo pero él no parece llegar. Un ruido a mi espalda me sobresalta y, para cuando me doy cuenta, dos hombres vienen hacia mí con paso decidido. Reconozco ser muy desconfiada y asustadiza, así que lo primero que hago tras reaccionar es salir corriendo. Atravieso el bosque un poco a duras penas, tropiezo con las raíces, me lastimo pero sigo corriendo y corriendo. Mis temores son ciertos ya que han apretado el paso y van tras mi sombra, por lo que trato de convertirme en una desviándome y escondiéndome tras un árbol, cruzando los dedos para lograr difuminarme entre las sombras de la noche y pasar desapercibida.
Veo pasar de largo a mis perseguidores y respiro tranquila, mas de pronto algo, más bien alguien me agarra e inmoviliza, una tercera persona que pega un grito para avisar a sus amigotes de que la presa ha sido capturada. No me puedo creer que haya sido tan estúpida como para abrirle mi alma a otra persona después de tantas cosas, ahora me parecía tan obvio... La noche de picnic bajo las estrellas en un sitio apartado que tan oportunamente sugirió... Símplemente caí en la maraña de engaño de un íncubo despiadado. Se arremolinan a mi alrededor mientras observo impotente y temo por lo que se viene, implorando al menos salir viva de esa noche
#incubo
¡Habíamos quedado! No me lo podía creer ¡habíamos quedado! Después de tanto tiempo chateando y compartiendo agradables momentos, tantas historias, tantas andadas ¡por fin llegó el día! Reconozco que no soy buena con las personas, me han hecho demasiado daño demasiadas veces como para quitarme las ganas de entablar una mera conversación con alguien. Además veo demasiadas personas calcadas, demasiada gente que sólo encuentra divertimento a base de alcohol, que habla de las mismas películas o canciones de moda y así con todo, como si les dirían qué ver y pensar. Anodino... echo en falta una conversación profunda, original y era algo de lo que él siempre disponía. Tan pronto hablábamos del origen del universo como de la muerte, de eventos históricos o de arte. Tanto tiempo disfrutando de su compañía y por fin voy a verle. Hemos quedado para ver las estrellas en el mirador, podremos cenar ahí mientras contemplamos el cielo estrellado. Es tan romántico y hermoso que mi pecho estalla de emoción. Ya tengo todo el picnic montado, el telescopio listo pero él no parece llegar. Un ruido a mi espalda me sobresalta y, para cuando me doy cuenta, dos hombres vienen hacia mí con paso decidido. Reconozco ser muy desconfiada y asustadiza, así que lo primero que hago tras reaccionar es salir corriendo. Atravieso el bosque un poco a duras penas, tropiezo con las raíces, me lastimo pero sigo corriendo y corriendo. Mis temores son ciertos ya que han apretado el paso y van tras mi sombra, por lo que trato de convertirme en una desviándome y escondiéndome tras un árbol, cruzando los dedos para lograr difuminarme entre las sombras de la noche y pasar desapercibida.
Veo pasar de largo a mis perseguidores y respiro tranquila, mas de pronto algo, más bien alguien me agarra e inmoviliza, una tercera persona que pega un grito para avisar a sus amigotes de que la presa ha sido capturada. No me puedo creer que haya sido tan estúpida como para abrirle mi alma a otra persona después de tantas cosas, ahora me parecía tan obvio... La noche de picnic bajo las estrellas en un sitio apartado que tan oportunamente sugirió... Símplemente caí en la maraña de engaño de un íncubo despiadado. Se arremolinan a mi alrededor mientras observo impotente y temo por lo que se viene, implorando al menos salir viva de esa noche
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