La batalla por el sueño de la escritura



Mucho se ha hablado de los escritores independientes desde el punto de vista corporativo, aquel que defiende a las editoriales, su trabajo y criterios a la hora de seleccionar a obras que merezcan estar en las estanterías. No obstante poco o nada se habla de la otra realidad, aquella de la que uno suele tener constancia una vez que conoce a un alma creativa que intenta hacer de su pasión un trabajo o simplemente tener la satisfacción de ser leído.
Primeramente no entraré mucho en si el escritor nace o se hace, en su lugar hablaré del arduo trabajo que conlleva esta profesión tan escurridiza. Como ejercicio de visualización y a modo de ponernos en otros zapatos vamos a pensar que somos una persona cualquiera que tiene la ilusión de sacar su propio ejemplar, por supuesto todo esto va a ser un modo de ejemplo y no para nada una generalidad, tengamos en cuenta que cada individuo es único y trabaja a su manera y en la medida de sus posibilidades. Ahora bien, tenemos vida aparte de lo que nos gusta hacer en nuestros ratos libres y ya seamos estudiantes, trabajadores o incluso ambas cosas, el caso es que es bien sabido que uno no vive del aire y necesita una fuente de ingresos para poder comer todo el mes. Encontramos por tanto el primer problema y es que escribir un libro, ya solo escribir un borrador, lleva tiempo, uno en el que tenemos que mantenernos de algún modo por lo que vamos a poner que tenemos un trabajo en este supuesto. Decidido este punto, tendremos en consideración estas dos variantes y es que podemos elegir tener un trabajo a tiempo completo o a tiempo parcial. El primero nos va a aportar más ingresos por lo general, pero nos va a restar tiempo libre, por contrapartida la otra opción nos dará menor salario a fin de mes aunque nos dejará algo más de margen para nuestra pasión. Este segundo caso parece el ideal, distribuir a la mitad una jornada laboral y a la otra mitad la de nuestro nuevo reto que será desarrollarnos como profesionales literarios, sin embargo dependiendo de dónde vivas y el nivel económico de la zona, igual ni llega para pagar el alquiler, la comida, las facturas y esas cosas en las que se va nuestro sueldo cada mes, momento en el que se hace imperante la necesidad de poder cobrar por nuestro hobbie ya sólo para poder llevarlo a cabo.
Vamos a poner que elegimos el trabajo a tiempo completo, que escribiremos cuando podamos y básicamente haremos malabarismos con nuestra vida social y familiar, porque no hablo ya de si se ejerce la paternidad y maternidad lo complicada que se vuelve la ecuación, todo hasta que tengamos una base en el mundillo para poder decir que tenemos ingresos suficientes como para plantearnos la posibilidad tan siquiera de un trabajo a medio tiempo. Bien, ya tenemos nuestro trabajo de jornada completa lo que nos deja unas pocas horas de tiempo familiar, social y para poder escribir, lo que hace que tardemos más de lo que nos gustaría en poder sacar adelante nuestro primer borrador. Alto ahí, está muy bien tener el borrador pero no está todo hecho, hace falta retocar, revisar y reescribir hasta la saciedad, lo que implica mucho más tiempo y trabajo.

El intento de publicación tradicional con editorial


Hecho esto, nos vamos a adentrar en el siguiente paso, aquel que todo escritor recién llegado desea y es que una editorial nos publique. Después de leer recomendaciones en foros de escritores donde aconsejen sobre el tema, redactaremos nuestra carta de presentación tanto nuestra como de nuestra obra, una que por supuesto registraremos antes de empezar con el envío masivo de emails a editoriales. Destaco aquí no sólo que llevamos un tiempo trabajando, invirtiendo nuestras horas, días, meses e incluso años en tener listo a nuestro pequeño, nuestra creación a la que amamos y odiamos a partes iguales ya a estas alturas, tiempo en el cual escribir sólo nos ha costado dinero de nuestra propia manutención y nuestro tiempo, que a fin de cuentas es algo que no vuelve, además del registro de la obra para evitarnos posibles quebraderos de cabeza causados por gente mal intencionada. Llegados a este punto vamos a poner que hemos escrito a cien editoriales que cumplen con el perfil de historia que les ofrecemos, lo que es ya investigación, una labor mecánica y mucha paciencia porque no, no queda muy bien mandar el mismo email a todas las editoriales a la vez, lo idóneo es ir una a una, además que hay que tener en cuenta que en la página web de algunas hay establecidos los procedimientos a la hora de enviar un manuscrito, los cuales de no seguir, nuestra obra no será tenida en cuenta.
Voy a daros el primer golpe de realidad que recibe un escritor recién llegado, de todos esos cien emails, tendremos suerte si veinte editoriales nos contestan, mucha suerte. La mayoría no se toma el tiempo de contactar de vuelta, quizás ni nos leyeron y directamente desecharon nuestro contacto. Parece una tontería, pero tras ir con toda la ilusión del mundo, tras luchar contra el cansancio del día a día antes o después del trabajo y aun así ponernos a escribir, ver que casi no obtienes respuesta es descorazonador. Este es un posible primer punto de crisis de un escritor cualquiera, el hecho de pensar que por no obtener respuesta no es bueno, al punto que ni merece la pena ser contestado ni leído. Crisis existencial pasada, vamos a centrarnos en lo positivo y es que veinte editoriales respondieron ¿Resultado? Muchos dirán que no entra en su línea de publicación, otros que estarán saturados como para hacer hueco a nuevas obras y otros nos darán directamente el no, pero bueno al menos nos han contestado, que visto el panorama no es poco. Vamos a suponer que de esas editoriales, tres nos dicen que sí y nos hacen una oferta alabando nuestro trabajo, se podría pensar que ya está todo hecho ¿verdad?
Vamos a tocar ahora terreno pantanoso y es que por desgracia hay editoriales e imprentas que van de editoriales, que nos alaban, incluso cuando por lapso de tiempo y por lo genérico de lo que dicen es muy difícil que hayan leído nuestra obra ya sólo por extensión, nos cuentan que quieren trabajar con nosotros, que apuestan por nuestro talento y nos hacen una oferta. Si eres cauto, buscarás información antes de aceptar o firmar nada o lo más probable es que cedas los derechos de tu obra con toda la ilusión a alguien que va a aprovecharse y a estafarte. Por supuesto no hablo de que todas las editoriales sean así, pero por desgracia de este tipo existen.
Llegados a este punto, nos intentarán engatusar para que firmemos condiciones genéricas que obviamente se conviertan en algo distinto a lo que  nos contaron, en su propio beneficio claro, y nos encontraremos con que acabamos haciéndonos publicidad nosotros mismos y distribuyendo nuestras obras dado que cumplen con lo mínimo para que dicho contrato sea válido por su parte, básicamente haciendo el trabajo que se supone que ellos deben hacer, que se han comprometido a realizar y por lo que cobran su porcentaje. Porque no hemos hablado de esto ¿verdad? El porcentaje normal de beneficios por royalties que se ofrece a un escritor tanto en estas empresas como en las prestigiosas es entre el 8 y el 15%, 20% si eres alguien muy conocido. Vamos a hablar de números ahora, ya que el precio de la obra lo decide la editorial, si ellos establecen que tu libro se venderá por 9€ el ejemplar y has tenido la suerte de que te han ofrecido un 15%, vas a ganar por cada uno que vendas 1,35€, pero seremos optimistas, digamos que son 14€, un precio que ya para depende qué extensión los lectores podrían considerar caro, como autor por ejemplar recibirás 2,10€. No está mal ¿verdad? Hemos pasado de invertir nuestro tiempo y ganancias laborales en nuestro sueño a esto, y al menos ahora recibiremos algo por ello. Bueno aquí viene la primera sorpresa y es que no recibiremos nada hasta después del primer, o segundo año o lo que considere la editorial, momento en el cuál calcularán las ventas y los beneficios que nos corresponden, siempre y cuando no hayamos caído en la locura de aceptar la coedición o cualquier contrato mediante el cual la empresa dice que confía y apuesta por nuestro trabajo pero quiere garantías, así que deberemos pagarle cierto número de ejemplares que nos indiquen, dejándonos con el gasto de hasta 400€ por poner un ejemplo. Sí, suena a película de terror pero estas prácticas se hacen y hay que saber en qué fijarse para no caer en estas redes, por no nombrar a los que intentan colarnos un contrato en el cual nos engañen para que aceptemos que nuestra obra pueda ser vendida a terceros sin ver nosotros ingreso alguno.
Pero vamos a ser positivos, hemos firmado al fin un contrato y nuestro retoño verá la luz del sol y deleitará a personas en distintas partes del mapa, a fin de cuentas hemos logrado lo que queríamos a pesar de que lo más probable, si aceptamos este tipo de tratos, es que nos compren ejemplares los conocidos y familiares con todo su cariño, que nosotros nos encarguemos de corregir textos, quizás diseñar una portada que no sea fea además de hacer publicidad y distribuir a nuestra pequeña creación. Supongo que no hace falta que os comente que estamos haciendo el trabajo por el que la editorial está recibiendo su parte, porque a fin de cuentas queremos que nuestra obra salga adelante y es bien cierto que si los lectores no saben que existe, no la leerán. Por otro lado cabe destacar que es algo que lleva mucho tiempo y dedicación, más allá de los conocimientos que podamos tener o no sobre marketing online ¿Hacemos un curso por aprender a movernos? Estupendo, espero que busquemos uno gratuito porque de momento escribir sigue suponiendo más complicaciones que alegrías, eso si no nos dio otra crisis existencial, si podemos con todo a pesar de tener vida laboral, social y familiar que atender así como una casa y los quehaceres de ésta. Pero pasó el año o el periodo que nos dejen para poder cobrar las ganancias ¿Sabéis cuánto podéis ganar en todo un año? Quizá no más de 20€ y no por no ser vendidos, sino porque incluso estas editoriales tienen la mala práctica de decirte las cifras que quieran incluso cuando tú tienes pruebas de que vendiste más. Pero gánale tú la batalla legal, casi que es mejor cancelar el contrato, coger tu dinero, irte y aprender de la experiencia.
No quiero con esto que escribir os parezca de película de terror y dejéis vuestros sueños atrás, porque a fin de cuentas por muchos reveses que nos den, es nuestra pasión, nos nace pensar y contar historias y tenemos la imperiosa necesidad de plasmarlas, de que lleguen a alguien, de conmover, hacer reír, estremecerse o llorar a los lectores porque ya con eso sentiremos que somos ganadores de una gran batalla, de que los esfuerzos merecieron la pena. No es ego, es ver que hay respuesta en el arte, algo que cualquier artista necesita después de transmitir lo que hace. Lo que quiero al contaros toda esta pesadilla es que veáis la otra cara, que sepáis a lo que nos podemos enfrentar si tenemos este loco sueño y de estar prevenidos y tener la buena práctica de buscar información y referencias antes de firmar nada, por favor es algo importante.

De autor de editorial a autor independiente


Una vez pasado este trago, uno se plantea dos cosas, bien si puede auto publicarse con dinero de por medio contratando los servicios de una editorial, o bien optar por la opción en la que uno no puede ya soltar más billetes así que busca alguna plataforma para publicar sin gastos, sólo aceptando un porcentaje de los beneficios. Quienes hayan llegado a este punto sabrán acerca de las opciones, incluso puede que ya estén trabajando con ellas, no obstante si no me he parado a decir nombres de editoriales tampoco lo haré de estas plataformas, quien quiera obtener la información puede preguntar directamente en los comentarios, este artículo no está pensado para hacer publicidad a nadie.
Bien ahora la realidad que implica ser autor independiente es la siguiente: tendrás mayor porcentaje de beneficio pero también harás todo el trabajo. Así que nos encontramos en la tesitura de aprender a maquetar, diseñar portadas o pagar a alguien que se encargue, corregirnos los textos o volver a soltar dinero ya que no se puede saber de todo, tener una rutina publicitaria y por supuesto aprender a hacer buen marketing online. Todo para poder decir que somos escritores y tenemos libros publicados, pero al menos en este caso poseemos libertad de decisión sobre nuestras obras, que podemos hacer y deshacer y por supuesto de recibir un porcentaje más digno por un trabajo que ya estábamos realizando. Todo con la ilusión de seguir así y vivir como podamos de nuestro sueño o de que editoriales que nos rechazaron o ni nos tuvieron en cuenta, aquellas grandes que ni nos miraron por ser primerizos, nos busquen cuando consigamos algo de visibilidad, una que nos habremos labrado nosotros como todo lo que habremos logrado hasta ese momento por nuestra cuenta.
Quiero añadir pequeños matices a todo esto y es que sé muy bien de gente que se levanta muy temprano para escribir, para hacer publicidad y luego se va al trabajo, a su jornada completa. Personas que hacen malabarismos con hijos, casa, trabajo y pasión literaria, que rebuscan tiempo y lo sacan de hasta debajo de las piedras. Otros que por desgracia lamentan no tener tanto como les gustaría y es que esto no es me pongo a escribir y escribo, requiere concentración, visualización, narrativa, uno no se centra en cuestión de segundos y es complicado que escriba algo decente a saltos si es que dispone de poco tiempo, pero aun así se intenta e intenta.
Con todo esto quiero quitar la etiqueta de mala literatura con la que se suele marcar a los autores independientes, despertar conciencias si cabe para que le deis la oportunidad a aquellos que os dicen “Soy escritor, échale un ojo a mi libro y dame tu opinión”, que no tachéis de “Mierda” a aquello que ha llevado pasión y dedicación ya que los comentarios constructivos enseñan, se tienen en cuenta, ayudan a mejorar, sin embargo esas palabras desmoralizan a alguien que ya nada a contracorriente. Por supuesto habrá ejemplares mejores y peores ya dentro y fuera de gustos literarios, no obstante las editoriales mismas también tienen esa variedad así que más que desprestigiar el trabajo independiente, habría que darle un mejor lugar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Literartober 2023: Necronomicón

Literartober 2023: Cuervo

Acuerdos oscuros - Capítulo 6 (final) - Nueva era