Cómo luchar contra los monstruos - El monstruo de la ansiedad

Este diminuto ser aparece sigilosamente, sin que uno se dé cuenta, se cuela en tu cabeza y pone sus huevos ahí. El tiempo que éstos tarden en eclosionar es relativo, nunca es igual para todo el mundo, pero cuando lo hacen, las crías de esta criatura van directas a tus pulmones y garganta y empiezan a crecer rápidamente, alimentándose de tu propio aliento.
La sensación que provocan en ese momento es de ahogo, desazón, y cuesta mucho soportar su ataque, combatirlas o reponerse tras esto.
Los ambientes relajados los ahuyentan y evitan que los huevos eclosionen o las crías crezcan. Tomarse las cosas con calma, aceptar los acontecimientos como vienen y, en vez de lamentarse porque no han salido como esperamos, buscar soluciones evitarán su aparición en nuestra mente.
Hay casos en los que hay que tener en cuenta la posibilidad de un aliado para frenar su avance o esquivar su ataque ya que pueden llegar a crecer bastante.

El miedo es un gran determinante que provoca su aparición, por lo que controlarlo es de vital importancia para carecer de su interés.


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