Cuando llega el cambio - 01
La verdad es que no puedo quejarme de mi vida, sobre todo si echo la vista atrás. He tenido mis momentos, por supuesto, pero he de admitir que el haber nacido en una buena cuna me proporcionó ciertas facilidades, supongo que no todas merecidas en realidad. Cuando lo pienso, creo que nací en una sociedad para mí atascada y esto, aunque parezca una acusación grave y sin fundamento, en verdad no lo es. Siempre fui muy vivaz y curiosa, con avidez por aprender todos y cada uno de los nuevos descubrimientos que hacía. Quizás esto era algo propio de mis ancestros ya que mi abuelo fue un gran inventor, gracias a él las tinieblas no dominaban la noche y había alguna luz disponible para aquellos inquietos, como yo, que querían seguir leyendo su libro favorito aunque el sol ya se hubiese despedido. Recuerdo pasar largas horas en la biblioteca, tanto que muchas veces me llevé alguna regañina de mis padres, afirmando que me quedaría ciega de tanto leer, sobre todo si tenía la imprudencia de le...