Historias de una mariposa

Hay días en los que solo quiero gritar, pero no me sale sonido alguno, y esos gritos ahogados son desgarradores. Hay días en los que mi máscara pesa más de lo debido, hasta el punto de querer ocultarme del mundo para no tener  que esforzarme en cargar con esta sonrisa. Hay días que no puedo ni siquiera conmigo, que la poca energía que tengo la uso para mantenerme estable, a flote dentro de la tormenta, esperando aguantar hasta que pase finalmente. Hay días que siento mucha rabia, tanta que no cabe dentro mío, o tanto dolor que me ahogan todas las lágrimas que se niegan a salir. Hay días que tengo tanto miedo que no siento que haya un lugar seguro en el mundo para mí. Hay días que seguir respirando es un suplicio, días en los que todo duele y, por pequeño que sea, se clava en la piel. Hay días que quiero tomarme vacaciones de mis problemas, que quiero estar dentro de mi burbuja, tranquila, sin nada que me altere, sin tener que hacer nada, sin que se espere nada de mí. ...

Cuando todo se acaba, solo queda aguantar. Cuando tu mundo se para, solo queda aguantar Cuando pierdes tu lugar en el mundo, cuando éste se rompe, cuando vuelves a no tener a donde ir, a estar y sentirte solo, cuando la oscuridad te rodea otra vez, cuando vuelves a sentir que te ahogas en un mar que no puedes ver, cuando has llorado tanto que tus ojos te duelen, cuando vivir vuelve a ser algo automático, solo queda aguantar, porque éste momento también pasará. Mantente firme, mantente fuerte, aunque veas venir la tormenta, sabes que pasará, solo queda aguantarla. This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License .